lunes, 22 de noviembre de 2010

migas de pan


Betiana Tkaczyk
22 de noviembre de 2010


Las migas
son palabras
sueltas
sobre la mesa,
que no conocen
la certeza
de un estómago
saciado,
mientras él
allí abajo
vacío
pide
desea
comprime
la garganta,
que ahogada,
grita
intenso
hacia fuera:
este es mi pan,
allí va tu poema.

viernes, 16 de julio de 2010

los sinsitio


Betiana Tkaczyk
16 de julio 2010

Te lo dije
lo dije
el aire está vacío de ilusiones
el cerco lleno de palabras,
fieras al ataque
matándose
matándonos;
y los restos de silencio,
partículas coloreadas,
afuera,
se alejan
inundan el espacio
construyen otras formas
y no vuelven
nunca
a un día como ese,
el que salvajes
nos aproximamos
libres
a los deseos de los muertos.

Te dije
lo dije
y dijimos el final,
sin siquiera sospecharlo.

¿y a dónde iremos,
ahora,
los plagados
los ausentes
los sinsitio?

Te dije
lo dije
ya somos imperfectos
sin morada,
aunque el estado
nos otorgue un cuerpo propio.

jueves, 11 de marzo de 2010

Aquí estoy


Betiana Tkaczyk

11 de marzo de 2010

Es difícil superar las palabras.
El hablar de los urgentes.
Las constancias de cada dia,
como el sol de una mañana,
como el cuerpo a punto de una acción,
que queda inmóvil
mudo
ausente
una y otra vez
en este continente
plantado ante el océano
a unos pasitos de vos
de mi,
de la hilera interminable
de nosotros.

Aquí estoy
porque soy parte,
frente a la difícil tarea.

lunes, 15 de febrero de 2010

el silencio


Betiana Tkaczyk

15 de febrero de 2010

Cada día que he vivido
he sentido el ruido,
del contraste de las palabras,
de las hendiduras de la piel abierta,
del latido de la sangre y del sexo,
y todo ha sido
tan desconcertante,
desordenado,
intenso,
cuando se han soltado las cadenas,
que me he vuelto loca
siniestra
perversa
y aún así,
después de todo,
lo único que ha quedado
de mí,
es el silencio,
de lo que está a punto de decirse
quién sabe en qué lenguaje,
que por ahora no he sabido comprender
ni ha sabido impresionarme.

Porque detrás del silencio apropiado,
qué nos espera.
Qué nos espera que no hemos muerto,
a pesar de todo.

Venceremos los salvajes,
cuando hayamos cruzado vivos el silencio.
Entonces seremos otros.